«La autonomía política debe darse no sólo al momento de elegir las autoridades, sino también al momento de ejercer el mandato electoral. Los intereses locales deben ser la luz orientadora de toda la administración sin importar el tinte o partido político. Por eso, los cuerpos colegiados que coadministran el municipio pierden su importancia entratándose del contrapeso —según la teoría de Montesquieu— del alcalde. La cantidad de sus miembros frena cualquier iniciativa que emprenda el administrador local. Por eso la concepción de los consejos municipales debe variarse o transformarse. Me parece que un gobierno local en bloque evitaría la pérdida de tiempo y energías en la gestión política de las ciudades latinoamericanas. Se elige un bloque cuya cabeza es el alcalde, y sus demás miembros hacen parte de su gabinete (no necesariamente del mismo partido), creando una junta administradora para que las decisiones se debatan y se adopten de forma colectiva, pero eficiente. El alcalde conserva sus atribuciones de jefe político y administrativo del municipio. La exagerada elección de autoridades municipales conlleva a la competencia administrativa en detrimento de la buena administración. En caso de existir localidades o corregimientos en las ciudades, las elecciones deben mantener la misma orientación; es decir, elegir un bloque con un líder plenamente identificado que represente, y si la descentralización lo permite, gobierne tal localidad o corregimiento. Su periodo no debería ser superior a tres años, para evitar un mal gobierno por mucho tiempo; sin embargo, debe autorizarse la reelección que permita premiar por parte de la ciudadanía la buena gestión de este gabinete local.»
«Por supuesto que al cambiar el esquema político deben fortalecerse los organismos de control y vigilancia, y si buscamos una integración en las autoridades municipales también lo planteamos para las funciones de control fiscal y control presupuestal. No puede existir más de un organismo que cumpla con estas funciones. Así también reducimos los gastos de funcionamiento que genera una burocracia duplicada e ineficiente.» (n.f.d.t.)
Véase con nuestra nota: MODERNIZACIÓN DE LOS MUNICIPIOS COLOMBIANOS
Esperamos que la lectura propuesta resulte ser tan enriquecedora para ustedes como lo fue para nosotros.