En la presente nota aprenderemos ¿Cómo conformar una veeduría ciudadana en 9 pasos?
Responderemos a las preguntas: ¿Para qué es el control social? ¿A qué le hacemos control social? y ¿Cómo hacemos el control social?
(Al final de esta nota podrá verla en formato video.)
El presente trabajo es el resultado de nuestra participación en la Cátedra Colombiana, Ciudadanía, Integridad y Lucha contra la corrupción, 2021, dictada por la Universidad Nacional de Colombia y el Departamento Administrativo de la Función Pública, Dirección de Participación, Transparencia y Servicio al Ciudadano, en el marco de la tutoría “Control social a la gestión pública: hacia la construcción colectiva de lo público”.
¿Para qué es el control social?
El control social se ha establecido para que los ciudadanos o a las diferentes organizaciones comunitarias, puedan ejercer vigilancia sobre la gestión pública, respecto a las autoridades, administrativas, políticas, judiciales, electorales, legislativas y órganos de control, así como de las entidades públicas o privadas, organizaciones no gubernamentales de carácter nacional o internacional que operen en el país, encargadas de la ejecución de un programa, proyecto, contrato o de la prestación de un servicio público.
En otras palabras, el control social garantiza el cuidado de lo público y el cumplimiento de los derechos de las comunidades y las personas.
¿A qué le hacemos control social?
El control social tiene como objeto vigilar la correcta aplicación de los recursos públicos, la forma como estos se asignen conforme a las disposiciones legales y a los planes, programas, y proyectos debidamente aprobados, el cumplimiento del cometido, los fines y la cobertura efectiva a los beneficiarios que deben ser atendidos de conformidad con los preceptos antes mencionados, la calidad, oportunidad y efectividad de las intervenciones públicas, la contratación pública y la diligencia de las diversas autoridades en garantizar los objetivos del Estado en las distintas áreas de gestión que se les ha encomendado.
Y ¿Cómo hacemos el control social?
La principal herramienta con que contamos para hacer el control social son las veedurías ciudadanas, las cuales se encuentran reglamentadas por la Ley 850 de 2003.
Todos los ciudadanos en forma plural o a través de organizaciones civiles como: organizaciones comunitarias, profesionales, juveniles, sindicales, benéficas o de utilidad común, no gubernamentales, sin ánimo de lucro y constituidas con arreglo a la ley podrán constituir veedurías ciudadanas.
Para efectos de lo dispuesto en el artículo anterior, las organizaciones civiles o los ciudadanos, procederán a elegir de una forma democrática a los veedores, luego elaborarán un documento o acta de constitución en la cual conste el nombre de los integrantes, documento de identidad, el objeto de la vigilancia, nivel territorial, duración y lugar de residencia.
La inscripción de este documento se realizará ante las personerías municipales o distritales o ante las Cámaras de Comercio, quienes deberán llevar registro público de las veedurías inscritas en su jurisdicción.
En el caso de las comunidades indígenas esta función será asumida por las autoridades propias.
La vigilancia de la gestión pública por parte de la Veeduría Ciudadana se podrá ejercer sobre la gestión administrativa, con sujeción al servicio de los intereses generales y la observancia de los principios de igualdad, moralidad, eficacia, economía, celeridad, imparcialidad, y publicidad.
Veamos, entonces, cuáles son los nueve pasos para conformar una veeduría ciudadana:
Paso uno: identificación del objeto de vigilancia
Para identificar el objeto de vigilancia debemos identificar claramente, primero, cuáles el problema que tenemos en nuestra comunidad, cuál es el territorio, si es de alcance nacional, departamental o municipal, qué es lo que vamos a vigilar, teniendo claro si se trata de un programa, un proyecto, un plan o un servicio público.
Tenemos que identificar el nombre del programa, proyecto o plan y cuál es la entidad responsable del objeto de vigilancia.
Teniendo claras las respuestas a las preguntas anteriores, nos será muy fácil definir el objeto de la veeduría
Paso dos: Convocar a la comunidad.
Para adelantar este paso es necesario identificar quiénes están interesados en la temática (Base de datos), y cuáles son los espacios de participación formal e informal.
Realice campaña de difusión y sensibilización para dar a conocer el problema: videos caseros, radio comunitaria, carteleras del barrio, tiendas, colegios, iglesias, redes sociales, boletines, etc.
Promueva foros o agendas deliberativos sobre el tema de interés con colegios, universidades o expertos.
Identifique la estructura y organización de su comunidad para esta convocatoria a fin de tener claro a quiénes se haría la invitación, cómo se motivará la participación, qué canales se usarán para la convocatoria, cuál es el mensaje a partir del cual realizaría la convocatoria y en qué fechas se va a realizar la convocatoria.
Paso tres: Conformación y registro de la veeduría ciudadana.
En este paso debemos realizar la elección democrática de los veedores, redactar y elaborar el acta de constitución de la veeduría y, finalmente, realizar la inscripción de la veeduría ante la personería municipal o ante la cámara de comercio o autoridad étnica territorial, cuando sea el caso.
¿Qué deberá contener el acta de constitución de la veeduría?
En el documento o acta de constitución deberá constar el nombre de los integrantes, el documento de identidad, el objeto de la vigilancia, el nivel territorial, la duración y el lugar de residencia.
Paso cuatro: Formulación y seguimiento del plan de trabajo.
El plan de trabajo no es otra cosa que la definición en un cronograma con las diferentes tareas, el nombre de los responsables de cada tarea, las fechas en las cuales se debe cumplir cada tarea y cuáles son los recursos con que se cuenta para ello.
Las tareas que se deben incluir en el plan de trabajo serían las siguientes: conformar la veeduría ciudadana, contactar a la entidad o entidades responsables de adelantar el programa o proyecto a vigilar, buscar la información necesaria, estudiar el programa o proyecto, definir los indicadores que se van a utilizar, realizar las visitas de campo, programar reuniones o entrevistas, consultar con expertos, consolidar la Información, analizar la Información, evaluar la gestión pública y, finalmente, comunicar los resultados tanto a la entidad responsable como a la comunidad en general.
Paso cinco: Elaborar criterios de evaluación.
En primer lugar, debemos tener claro que un indicador es una expresión ya sea cualitativa o cuantitativa que nos arroja un resultado. Es nuestra tarea interpretar este dato de acuerdo con el objeto de vigilancia y sus condiciones iniciales.
En este paso debemos definir claramente qué es lo que vamos a evaluar. Para ello debemos tener claro cuáles son los objetivos y actividades planteadas por la entidad para el programa o proyecto a evaluar con el fin de verificar si se cumplió lo planeado, si se cumplieron los tiempos establecidos y cuál fue el uso de los recursos incorporados. Finalmente, debemos evaluar los resultados de la gestión, es decir, si se cambió la situación o problema que se pretendía solucionar.
Para ello debemos definir claramente cuáles serán los indicadores que utilizaremos como criterios de evaluación.
Existen diferentes tipos de indicadores que podemos utilizar. Estos pueden ser indicadores de impacto, que sirven para medir los efectos de largo plazo, los indicadores de resultado, que miden los efectos a corto y mediano plazo, los indicadores de producto, que miden los bienes y servicios entregados, los indicadores de actividades que miden la gestión para transformar los insumos en productos y los indicadores de insumos que miden los recursos financieros, materiales y humanos involucrados.
¿Cómo establecemos los criterios de evaluación?
Creamos una tabla con tres columnas. En la primera transcribimos el objetivo del proyecto, listando, en primer lugar, las actividades programadas, los recursos que se van a utilizar, los beneficiarios del proyecto y los tiempos de ejecución. En la segunda columna indicamos se cada uno de los anteriores criterios se cumplió o no se cumplió y en la tercera columna anotamos las observaciones y compromisos.
Paso seis: Recoger y analizar la información obtenida.
Para desarrollar este paso, debemos tener claro qué información requerimos, dónde conseguimos esa información, cómo podemos solicitar la información y qué otras fuentes puedo usar para recolectar la información.
Frente a los tipos de fuentes, debemos determinar si son fuentes institucionales o no institucionales, si son fuentes directas o fuentes propias.
Igualmente, se debe determinar qué información nos suministrará cada una de estas fuentes y dónde podemos ubicarlas
Obtenida la información debemos proceder a analizarla utilizando los indicadores que definimos en el paso anterior.
Paso siete: Elaborar informe de veeduría.
Analizada la información tal como vimos en el paso anterior, procederemos a elabora el informe de veeduría, el cual será un documento que contendrá una introducción, en la cual explicaremos el problema y el objeto de control social, incluyendo elementos de la caracterización del grupo de veeduría y la comunidad que representan.
Un segundo punto en el cual explicaremos la metodología utilizada, especificando las actividades de veeduría realizadas y cómo se hizo cada fase del procedimiento de control: revisión documental, análisis de información; trabajo de campo, entrevistas, encuestas, sistema de tabulación, análisis de información, etc.
En un tercer punto expondremos los resultados obtenidos durante la veeduría, analizando los resultados que arrojó el trabajo, tanto cuantitativa como cualitativamente, contrastando con la planeación, normatividad y los procedimientos.
Finalmente, incluiremos un punto en el cual haremos las recomendaciones, que sean estratégicas, concisas y claras. Hay que hacerlas teniendo en cuenta las competencias que las autoridades responsables de la gestión pública objeto de control deben cumplir.
Paso ocho: Adelantar seguimiento al informe de veeduría.
Después de entregar el informe de veeduría a la entidad o entidades involucradas, debemos diseñar un plan de seguimiento al cumplimiento de las recomendaciones.
Para ello, deberemos realizar mesas de trabajo, programar visitas de campo, reuniones con funcionarios, interventores y contratistas de las cuales levantaremos las actas correspondientes. Convocaremos audiencias públicas en las cuales formularemos preguntas a los beneficiarios y solicitaremos información a las entidades correspondientes.
Paso nueve: Comunicar a la ciudadanía, comunidad u organización que representa la veeduría.
El último paso consiste en comunicar los resultados del proceso de veeduría y sus efectos a la ciudadanía en general, a la comunidad afectada y a la organización que representa la veeduría, en caso de existir alguna.
Para ello utilizaremos todos los medios de comunicación posibles, entre ellos, la realización de audiencias públicas, la publicación de informes, el uso de internet, como redes sociales, videos de YouTube y páginas web, emisoras comerciales y comunitarias, así como los demás medios alternativos de comunicación.
Resumamos, entonces los nueve pasos para conformar una veeduría ciudadana:
Para profundizar en el conocimiento de las veedurías ciudadanas y el control social de la administración pública, los invitamos a realizar gratuitamente el curso sobre veedurías ciudadanas que dicta el Departamento Administrativo de la Función Pública y al cual pueden acceder a través de la página web www.funcionpublica.gov.co.
Igualmente, haciendo una búsqueda en Internet podrán encontrar muchas publicaciones relacionadas con la conformación de las veedurías ciudadanas, a cuya lectura los invitamos.
Esperamos que el presente escrito los motive a dar el primer paso en la conformación de veedurías ciudadanas en su municipio, ya que este es el mejor mecanismo para controlar los planes, programas, proyectos o contratos que se adelantan por parte de las entidades nacionales, departamentales o municipales con el fin de garantizar el buen uso de los recursos públicos y el cumplimiento de los derechos colectivos y fundamentales.
CRÉDITOS
CÁTEDRA COLOMBIANA
CIUDADANÍA, INTEGRIDAD Y LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN
Universidad Nacional de Colombia
Departamento Administrativo de la Función Pública
Dirección de Participación, Transparencia y Servicio al Ciudadano
Tutoría
Control social a la gestión pública: hacia la construcción colectiva de lo público
Tutoras
Elsa Quiñones y Virginia Guevara
Monitora:
María Fernanda Salazar E.
Video y nota realizados por:
Miguel Antonio Peña Peña
2021
A continuación podrá ver la presente nota en formato video.